La ciencia moderna no surgió en oposición al espíritu de la Edad
Media, sino del seno del mismo y, concretamente, de las exigencias que
imponía la creencia generalizada en la inminencia del apocalipsis, según una
nueva teoría histórica.
Esa es la tesis central de un libro reciente del medievalista alemán
Johannes Fried en el que sostiene que el comienzo de la ciencia se dio por
el deseo de buscar cálculos precisos que pudieran predecir con exactitud el
esperado fin del mundo.
Media, sino del seno del mismo y, concretamente, de las exigencias que
imponía la creencia generalizada en la inminencia del apocalipsis, según una
nueva teoría histórica.
Esa es la tesis central de un libro reciente del medievalista alemán
Johannes Fried en el que sostiene que el comienzo de la ciencia se dio por
el deseo de buscar cálculos precisos que pudieran predecir con exactitud el
esperado fin del mundo.
Esa necesidad le dio ante todo un impulso a la astrología y a la astronomía,
que tuvieron un momento de esplendor en la alta Edad Media después de que el
mundo occidental se apropiara de muchos conocimientos de la antigüedad
clásica y del mundo árabe.
En el esfuerzo por predecir con exactitud el advenimiento del apocalipsis,
sin embargo, la astrología y la astronomía empezaron poco a poco a liberarse
de su determinación originalmente religiosa y, según dice Fried, a crear y
ampliar su propio repertorio de preguntas.
Idea repetida en la historia
El punto de partida de Fried es mostrar como, desde su creación en el Libro
de Daniel y en el Apocalípsis de San Juan, la idea de la inminencia del fin
del mundo empezó a formar parte de la consciencia colectiva y siguió
perteneciendo a ella incluso hasta los tiempos de Isaac Newton y el
descubrimiento de la ley de la gravedad.
El propio Newton, señala Fried, fue influido por la idea del fin del mundo e
incluso hizo sus propios intentos por dar una interpretación al Apocalipsis.
El segundo paso de Fried es mostrar como se pasó de esperar el fin del mundo
a tratar de ver su inminencia a través de la interpretación de datos del
mundo exterior entre los que se contaban tanto fenómenos meteorológicos como
astronómicos.
Sin embargo, al interpretar esas señales, vistas inicialmente como signos de
Dios, se hallaban una y otra vez causas naturales de las mismas y los sabios
medievales empezaron a revisar los fundamentos de su pensamiento
Por otra parte, el libro de Fried, "Ascenso desde el hundimiento. El
pensamiento apocalíptico y el surgimiento de las ciencias naturales en la
Edad Media", apunta también a la paradoja de que, con los siglos, esa misma
visión científica del mundo hizo factibles las predicciones sobre el fin del
mundo.
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